VINZ
Feel Free Project de VINZ: Un Símbolo de Libertad y Resistencia
Desnudez como Libertad y Simbolismo
El proyecto Feel Free de VINZ utiliza la desnudez humana como símbolo de naturalidad y libertad personal. Cada personaje en su obra representa valores sociales: las figuras desnudas con cabezas de pájaro simbolizan la libertad; los policías con cabezas de lagarto representan la opresión; el minotauro encarna la resistencia; y los peces con trajes de baño a rayas critican el consumismo.
Fusionando Mundos Reales y Oníricos
VINZ combina collages fotográficos con detalles pintados a mano, fusionando lo real con lo surreal. Esta técnica crea una atmósfera onírica única en su obra, exhibida en centros culturales como el Centro de Arte Contemporáneo Walter Benjamin en Perpiñán.
El Mural Controversial: Don’t Be Afraid
En 2012, VINZ pintó el mural Don’t Be Afraid en Valencia. Representaba a policías cargando contra mujeres, simbolizando tanto la opresión como la resistencia. La obra generó un intenso debate público y fue parcialmente retirada por la policía. Posteriormente, la pieza original pasó a formar parte de la Colección de Arte Contemporáneo de la Generalitat Valenciana.
Impacto del Arte Urbano de VINZ
El arte callejero de VINZ explora la libertad, la resistencia y el consumismo. Su proyecto Feel Free continúa desafiando normas sociales e invitando al espectador a reflexionar sobre la autoridad y la expresión.
ARTE ATEMPORAL
Arte Atemporal: Percepción aumentada de la realidad
El hilo conductor de Arte Atemporal es el realismo, un lenguaje que oscila entre la tradición más clásica y la fantasía más sugerente.
Esta exposición reúne a artistas contemporáneos que comparten un dominio técnico excepcional, pero cuyas visiones divergen para explorar los límites de lo real y lo imaginario.
La galería se convierte en un espacio de contemplación serena, donde el espectador puede sumergirse en obras de virtuosismo técnico y profundidad conceptual.
Aquí, el realismo no es solo una representación fiel del mundo, sino un punto de partida para amplificar la percepción: los detalles se intensifican, las emociones se amplifican y la realidad se reinterpreta.
Algunos artistas presentan la realidad con una agudeza casi hiperbólica, invitándonos a observar lo que normalmente pasaría desapercibido.
Otros, en cambio, introducen elementos fantásticos o simbólicos que transforman lo cotidiano en algo extraordinario.
Bajo la idea de “ventanas a mundos posibles”, cada pieza actúa como un portal hacia universos personales y poéticos, donde la maestría técnica es la llave que abre puertas a nuevas formas de ver y sentir.
Arte Atemporal es una invitación a perdernos en la belleza de la figuración, a dialogar con escenas que resonarán en nosotros mucho después de abandonar la sala.
FANTASÍA FIGURATIVA
RAE:
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f. Facultad que tiene el ánimo de reproducir por medio de imágenes las cosas pasadas o lejanas, de representar las ideales en forma sensible o de idealizar las reales.
Sinónimos: imaginación, creatividad, inventiva, magín. -
f. Imagen formada por la fantasía. Usado más en plural.
Sinónimos: ensueño, ensoñación, figuración. -
f. Grado superior de la imaginación; la imaginación en cuanto inventa o produce.
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f. Ficción, cuento, novela o pensamiento elevado e ingenioso. Las fantasías de los poetas, de los músicos y de los pintores.
FIGURATIVA – DEFINICIÓN (RAE):
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adj. Que es representación o figura de otra cosa. Sinónimos: alegórico, simbólico, figurado.
En la exposición colectiva FANTASÍA FIGURATIVA tenemos la sensación de haber creado un catálogo de portales a otros mundos.
Nuestro deseo es que el espectador consiga encontrar en las obras esa sensación simbiótica que nos aborda de golpe, cuando nuestro ADN y el del artista se combinan de forma espontánea. El artista, a través de su discurso, es capaz de envolvernos en su fantasía, que en ese momento se convierte también en la nuestra.
Maridar nuestra sensibilidad con la de otro ser humano es algo tremendamente delicado: se da o no se da. Hay arte que nos deja indiferentes y arte que nos captura.
Con frecuencia nos atrae una estética familiar, especialmente aquella con la que hemos crecido, un lenguaje visual con el que hemos convivido y que ya hemos descifrado. No nos supone un reto, ya que forma parte de nuestro imaginario.
Pero en ocasiones encontramos una forma de expresión que nos choca; a veces incluso puede disgustarnos al principio, pero por alguna razón mantiene nuestra curiosidad, nuestras ganas de observar y de ver qué quiere decir y por qué. Y justo en ese momento es posible que el artista haya abierto un mundo nuevo para nosotros.
El instante en el que el espectador comulga con una nueva forma de expresión es el instante en el que su mente ha empezado a interpretar e integrar un nuevo idioma, una simbología diferente, una nueva forma de interpretar el color, la forma o la técnica. Este nuevo conocimiento adquirido anidará en su interior, enriqueciendo su cultura visual.
Comprender diferentes modos de expresión enriquece nuestra forma de percibir la realidad. Los artistas nos obsequian con pequeñas piezas que nos ayudan a comprender un mundo intensamente diverso.
BLACKLIGHT ART GALLERY
Inner Street
El Arte nos caracteriza como especie. Está en la esencia de nuestra naturaleza.
Antes de escribir, ya sabíamos representar pictóricamente —y con precisión anatómica— los animales que nos rodeaban. La capacidad simbólica nos ha convertido en los humanos que somos hoy en día.
Es, sin duda, extraño que a veces no se otorgue al Arte la importancia que merece. La necesidad de expresarnos a través de la pintura, el grabado o la escultura forma parte intrínseca de nuestra evolución.
Se ha observado que en algunos abrigos prehistóricos diferentes tribus intervinieron en el mismo espacio a lo largo de distintos periodos, alterando incluso el significado de las representaciones anteriores. No es difícil vincular estas intervenciones con el Arte Urbano contemporáneo. El artista se expresa, pero no se convierte en dueño del soporte. Una vez terminada la obra, esta queda en un espacio expuesto a la libertad creativa del próximo humano.
En la exposición colectiva INNER STREET hemos querido recrear, a través de las intervenciones de los artistas en los muros de la galería, el espíritu no permanente del Arte Urbano. Las obras representadas en los muros dejarán de existir cuando termine la exposición. No para ser reemplazadas por un arte mejor, sino por un arte diferente. El tiempo pasa dentro de la galería igual que en la calle: nunca se detiene.
El arte nos da continuidad como especie, es una constante; pasan los milenios y seguimos viviendo en un bucle artístico en permanente evolución. A veces el arte es más realista y figurativo, otras más simbólico, pero siempre está presente.
Creamos Arte, luego somos humanos.
O somos humanos, luego creamos Arte.
País de los sueños
La sensación que Dreamland despierta es la ilusión de estar en un lugar donde fantasía realmente existe.
Al entrar, desintegramos a golpe de varita la armadura que nos ha obligado a ser mayores de la peor manera. Y brota impoluta la alegría de descubrir un espacio donde la imaginación se ha coronado en lo más alto de los sueños ajenos.
Unos sueños conscientes, que han salido de la diestra mente de los maestros artistas.
Aquí, todos somos Alicia, precipitándonos desde la punta del trampolín de un niño que nunca quiso desaparecer, a la aventura de un viaje sorpresa.
Miramos alrededor con detenimiento, elegimos y tomamos la mano invisible del creador, el Artista, para mimetizarnos cromáticamente con ese sueño que nos hubiera gustado tener.
Porque en realidad, los sueños no se eligen: ocurren. Y además con total libertad, nos gusten o no.
Tierno, poderoso, aterrador, distópico, romántico, destructivo, glamuroso, sensual, laberíntico, caótico, así es el indestructible mundo de los sueños. Libre, plural y aleatorio.
Dreamland nos regala, como en el mejor cine, la ilusión de elegir una habitación con vistas a un sueño que no es el nuestro, pero que nos encanta.
¡Traed palomitas!
SURREALISMO POP Y OTROS
La masa se mueve al unísono: cuando algo no está de moda, lo rechaza; y si ese algo tiene fuerza, emerge una subcultura.
El arte LOWBROW (SURREALISMO POP) nació en la California de finales de los años 70, y en aquel momento no era lo que se llevaba.
Aquellos artistas, despectivamente llamados lowbrow, se inspiraban en imágenes populares que habían acompañado las fantasías de su infancia y se atrevieron a subirlas al podio del arte —del Arte con mayúsculas.
Arte entendido como una obra realizada con una técnica exquisita, que, englobada en un contexto imaginario único, es capaz de sumergir al espectador en un deleite sensorial delicioso.
En una sociedad que parece haber decidido arbitrariamente que, para ser adulto, uno debe primero renunciar a la fantasía, estos artistas han sido tremendamente desobedientes.
Sus obras son una ventana abierta a su mundo íntimo. Construyen escenarios poblados de referentes populares, muestran temáticas que les preocupan, plantean dudas al espectador y osan exponer sentimientos de los que nadie quiere hablar.
Ellos nos enseñan que la fantasía no es solo cosa de niños.
En definitiva, son una bocanada de aire fresco.











































































